En medio del panorama
agitado en el que nos encontramos los venezolanos dentro y fuera del
territorio, surge mi cuestionamiento sobre la labor del artista frente a estas
situaciones ¿Qué somos más allá de toda esta crisis?, desde este punto el hecho
creativo se transforma en un gran reto y sobre todo en una responsabilidad, más
allá de discursos efectistas que rozan con un sinfín de sensibilidades que se
encuentran a flor de piel. Desde toda esta deslocalización contextual surge la
necesidad de hablar desde lo propio, pero al mismo tiempo intentar darle un
sentido universal al discurso, la respuesta a mi pregunta aunque paradójica
resuena dentro de esta caja de resonancias que trasciende al cuerpo y me
respondo: verdaderamente somos mucho más que toda esta crisis. El cuerpo es una
frontera, un puente entre un conjunto de realidades pero más allá de todo
implica una situación en el espacio geográfico, es posible desdibujar las
fronteras y trazar trayectorias reflexivas desde las metáforas, la dislocación
de las articulaciones genera significados que muestran lo que se encuentra
debajo de la epidermis, quizás oculto por capas de membranas pero siempre expuesto
desde la transitoriedad, esos viajes desde las realidades exteriores e
interiores no tienen experiencias comparables si son abordados desde el terreno
artístico. Salí del país con el proyecto (IM)PORTAR, lo asumí desde la
performatividad que envuelve a la vida, migrar puede ser un hecho estético, fui
la importación del artista y curador mexicano Pancho López; dejando entre
muchas cosas, 2 muestras individuales en Caracas, que involucraban dos de los
aspectos que están muy presentes en mi investigación: la Ciencia con
Elucidaciones (El Anexo Arte Contemporáneo, 2017), y el Arte con READYMAx (abra, 2017); además
dejé el trabajo que venía realizando con los archivos de artistas plásticos
conceptuales junto a ArtEncontrado y la Fundación Claudio Perna, dejé a un país
con muchas situaciones por resolver y muchos sueños desesperanzados; en la
actualidad sólo puedo acceder a este territorio a través de la información que
me ofrecen los medios digitales. Dejo un país pero la crisis la llevo a
cuestas, una vez terminado el proyecto (IM)PORTAR surge la transición de
importación a convertirme en un
inmigrante más, en el que debo enfrentarme a las diferentes condiciones fuera
del país/casa, Lisboa fue esa alternativa que me ofrecía cierta estabilidad
desde lo laboral, habitacional y legal. Nuevamente me enfrento a un cambio de
cultura y de condiciones. Dentro de estas trayectorias intento mantener la
reflexión sobre mi relación con el entorno y el contexto, la inmaterialidad de
la acción siempre consigue un equilibrio con los objetos que se cruzan en mi
camino, demostrando una vez más la desaparición paulatina de los instantes, los
materiales, los pensamientos y en una última instancia el cuerpo. Es posible
aproximarse a las experiencias individuales desde el registro continuo o las
evidencias sobre lo que ya ha ocurrido, al igual que estas noticias que leo y
releo sobre lo que acontece en el país. En medio de todas estas incertidumbres Atlas es una consecuencia de una serie
de procesos que se van gestando sobre la marcha de los acontecimientos,
partiendo de esta experiencia individual y que inevitablemente se direcciona
hacia lo global. La obra es concebida como una imagen en movimiento que debe
ser apreciada desde un dispositivo, aludiendo a las distancias en las que me
encuentro actualmente, la comunicación en este contexto se encuentra condicionada a la dinámica de los
medios digitales. Los elementos bajo los cuales se conforma la imagen son
consecuencia del azar que me ofrecen los recorridos por los espacios aledaños a
mi residencia, la metáfora es sobre la paradójica relación entre la resiliencia
de la especie del molusco y su relación con el titán Atlas, que soporta sobre
sus cuestas su propia casa para sobrevivir a situaciones extremas pero a su
vez, se encuentra divagando sobre el globo terráqueo, una deriva que gira en
torno a una serie de indeterminaciones. Trato de entender los diferentes
procesos que invaden al cuerpo país, cuerpo local, cuerpo físico, cuerpo en
movimiento hacia territorios inexplorados, muy característico de la
transitoriedad turbulenta que atravesamos.
Desde este panorama difuso
celebro la realización de esta edición del Premio y agradezco a todos aquellos
individuos que estuvieron involucrados en el mismo, desde los artistas
participantes, personal de la Sala Mendoza, curadores, jurado y público
asistente.
MAx Provenzano
a propósito de la obra "Atlas" exhibida actualmente en el Premio Eugenio Mendoza #15
Lisboa, Portugal 2019
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